Rincón Literario

La enseñanza es una excelente atalaya para conocer los cambios mentales de los adolescentes, como les afecta el entorno social, y como se relacionan con los profesores siguiendo la ley histórica del péndulo.

Esta es mi opinión, que estoy dispuesto a cambiar si alguien me explica y convence de otra cosa. Estoy abierto a aprender, a evolucionar como persona y a empatizar con otros que opinen diferente a mí. En realidad, las ideas y opiniones de los demás no hacen más que enriquecer mi propia visión de las cosas, las gentes y el mundo en general.

Las películas de Arte y Ensayo provocaban curiosas reacciones entre los que veíamos simbolismos por todos lados, porque una película sin simbolismo no tenía mensaje, y entonces era alienante por definición. Descifrar los mensajes de ciertas películas, era más complicado que leer uno tríplemente codificado por la máquina Enigma, pero nosotros superábamos a Alan Turing en creatividad (para quienes no lo sepan, era el que dio con la clave de algoritmos para romper el código de seguridad de los nazis).

Las izquierdas, disgregadas, incapaces por su intolerancia, perdidas durante muchos años en discusiones bizantinas, empeñadas en cambiar la sociedad española a golpe de ley, sin tener en cuenta la vigente realidad social.

Porque… España es un reino ¿No? Bueno, es un reino ahora, antes fue una dictadura fascista, una república, una dictadura con rey, otra república, otro reino con parlamento pero dos aspirantes al trono, un rey elegido a dedo, un rey último vestigio del absolutismo, el emperador enano francés que puso a su hermano el borrachín en el trono…

Ya ven ustedes, podemos aguantar con los bancos cerrados siempre que las barras estén abiertas, pero ninguna ciudad puede aguantar una semana de huelga de los basureros. En realidad, todo mejoraría si los expertos en ingeniería financiera se pusieran en huelga indefinida. Lo más sensato que podríamos hacer es apoyar indefinidamente su huelga.

La verdad es que hubiera venido muy bien a mi pedigrí revolucionario, una breve e inofensiva estancia en la cárcel, pero hubiera tenido problemas para acudir a los exámenes finales de carrera, y tal vez no me hubiera sido posible presentarme a las oposiciones, y ganar una plaza en propiedad. Así, que tengo que agradecer mi buena estrella, a que un comisario de los cuerpos represivos entrase de buen humor al trabajo.

Leí el artículo de Victoria en esta sección del Rincón Literario, y retrocedí hasta junio de 1974 en la dehesa de Valonsadero. Ocurre que por esas fechas, se celebra un encierro desde este paraje hasta la plaza de toros de Soria, y a mí, que no me gusta la Fiesta Nacional, me pareció faltar al respeto a los sorianos si no participaba en esta tradición, porque uno quiere integrarse en la comunidad donde vive, aunque sea sólo durante el curso universitario.

Un personaje de la serie televisiva "Aquí no hay quien viva", popularizó esta frase, que venía a poner contrapunto a una sociedad en permanente estado de cabreo, y con problemas de comunicación, porque en España no se habla, se grita.

Es necesario comprender lo que está en el inconsciente colectivo, muchas ideas equivocadas: hombre no llora, mujer necesita ser buena, mujer necesita aceptar injusticias de los hombres...

Me siento culpable de ser feliz, de vivir día a día las pequeñas rutinas que conforman mi pequeño mundo, poniendo los cinco sentidos y toda mi energía en ellas, sin por ello sentir el agobio y la prisión de la monotonía.