La Inteligencia Emocional, Guardiola, Messi y Ronaldo

La inteligencia emocional es más importante para el triunfo social que la inteligencia cerebral. Se trata de empatizar con las personas que te rodean, de ser capaz de ponerte en su lugar y saber qué les sucede, de no actuar de manera compulsiva, de evitar las charlas pesimistas, y de transformar los fracasos en oportunidades para mejorar.

En los equipos deportivos con abundancia de egos, la gestión del grupo es muy importante, y  Pep Guardiola es este tipo de entrenador con gran inteligencia emocional que sabe que los jugadores tienen que hacer lo que él dice, pero que no es lo mismo decirle “tu juegas por detrás del punta, porque me sale de los cojones, y porque aquí mando yo, que soy el entrenador”, que “eres suficientemente inteligente para haberte dado cuenta de que detrás del punta destacas más”. Tampoco es lo mismo decirle “eres muy malo”, que “tienes un amplio margen de mejora”.

Mucha gente está muy confundida con los egos de los deportistas. Por ejemplo, ¿con quién es más fácil llevarse bien? ¿Con Cristiano Ronaldo o con Messi?

Casi todos dirán que con Messi, cuya imagen es mucho más humilde. Sin embargo, estoy convencido que es lo contrario, porque para llevarte bien con el portugués tienes que decirle que no sólo es el mejor, sino además el más guapo; dicho esto, ya eres su amigo y lo seguirás siendo aunque no le pases el balón. Esto no vale con Messi, que no quiere que le digas que es el mejor (ya lo sabe), ni el más guapo (pensará con razón que le tomas el pelo). El pibe sólo quiere que le pases siempre la pelota. No lo hagas, y durarás menos en el Barça que un pastel en la puerta de un colegio. La nómina de damnificados es larga como un día sin pan: Eto'o, Bojan, Alexis, Ibrahimovic, Villa...

Ya me imagino a Pep convenciéndolo: ¿no es verdad Leo, que en esta apartada línea, pegado a la cal viva mejor haces la diagonal?

                                    Enrique Barrera Beitia