24 Nov
Los líos del calendario

Los líos del calendario


Pensamos que la Humanidad siempre ha usado criterios similares para medir el paso del tiempo, pero si nos zambullimos en las procelosas aguas de la historia para conocer mejor este tema, nos encontraremos con curiosas respuestas.


Por ejemplo, todos pensamos que un siglo siempre ha tenido 100 años, pero los romanos censaron a los niños nacidos el día en que fundaron su ciudad, y cuando murió el último se terminó su primer “século”, y vuelta a empezar. Así, los siglos podían durar 30, 50, 80 años, o lo que tuviera a bien en morirse el último. 


Cada mes empezaba con las “calendas” (cinco o seis primeros días), hasta llegar a los “idus”, que eran tres semanas de  8 días. Mientras que nosotros contamos “hacia adelante”, los romanos contaban “hacia atrás”. Por ejemplo, si estaban a 29 de enero, decían “a tres dias de las calendas de febrero”. Cada día lo dividían en 24 horas, pero no todas duraban lo mismo. En verano, algunas horas diurnas podía durar hora y media, y alguna nocturna media hora, y en la medida que se avanzaba hacia el invierno, se reajustaban. Por cierto, en Roma había muchos relojes de Sol y de agua (clépsidas) para no llegar tarde, y… no es chiste, pero había relojes solares de pulsera.


Los egipcios calcularon que el año duraba 365 días y seis horas, pero en realidad eran 365 días, cinco horas, 48 minutos y 46 segundos. Esa diferencia de 674 segundos, se traducía cada 133 años en un día de diferencia. Los españoles solucionamos el problema a las bravas, pasando directamente de 4 al 15 de octubre. No busquen hechos históricos en esas fechas, porque son un verdadero agujero negro en el tiempo. Esto fue en 1582, pero los ingleses lo hicieron más tarde, y por eso Cervantes y Shakespeare no murieron el mismo día, como muchos piensan.


¿Y lo de dividir las horas en 60 minutos, y los minutos en 60 segundos? Esto viene de los babilonios, que contaban con los dedos de la siguiente manera: con el pulgar tocaban las tres partes  de los otros cuatro dedos (falange, falangina y falangeta), hasta llegar a 12. Entonces subian un dedo de la otra mano hasta que terminaban, y como mucho llegaban a 60 (5 x 12). En España no sabíamos este truco, y con las manos contábamos sólo hasta 10,  y esta es la explicación de nuestro tradicional atraso económico (espero que cuele).


Y para terminar, los musulmanes han mantenido el calendario lunar (el símbolo del Islám es la media luna) y su año dura 354 días. Empezaron a contar con la huida de Mahoma desde Medina a la Meca en el 622 DC. Hay un truco para acordarse de esta fecha: Mahoma (6 letras) se (2 letras) va (2 letras) = 622. Así que cuando pensamos que los musulmanes están en el año 1396 de su calendario (2018-622), nos equivocamos: están en el 1441.



Enrique Barrera Beitia

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